RECUERDO DE NUESTRO 50 ANIVERSARIO

Los cofrades vivimos durante todo el año con la ilusión de que llegue la cuaresma, de que lleguen esos días en los que podemos hacer manifestación pública de nuestra devoción.

Deseamos la llegada de esa época en la que se va haciendo presente la primavera y en la que cambia todo lo que nos rodea inundando nuestros sentidos de esas sensaciones con las que soñamos.

Que el ambiente huela a azahar e incienso, que los sones de tambores y trompetas impregnen las noches de nuestro pueblo en el trasiego de ensayos de las cuadrillas de costaleros, que nuestras casas de hermandad se vean invadidas por los hermanos, que de una forma u otra, desde el final de nuestro arraigado carnaval, hacen posible uno de los objetivos más primordiales de una hermandad, los cultos cuaresmales con el colofón de la procesión. Los componentes de las juntas de gobierno, se desviven durante todo el año para que no sea sólo eso, sino para que, cada vez más, seamos, todos los hermanos, conscientes del compromiso espiritual y religioso para con Nuestro Señor y su Madre, Nuestra Madre.

El pasado año 2007 mi Hermandad, la del Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Amargura no acabó su frenética actividad cofrade el Martes Santo, en el que desgraciadamente, nuestra Estación de Penitencia se limitó a un corto recorrido con el Cristo y unas cuantas “levantás” con la Virgen a causa de la lluvia, sino que lo acabó en el Martes Santo del 2008.

Cumplimos 50 años, la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte cumplio 50 años desde que un grupo de hombres encabezados por nuestro querido y añorado Sacerdote Don Manuel Zapata decidieran fundar nuestra Hermandad, por lo que todos les estaremos agradecidos, por haber hecho posible que desde entonces, hasta ahora y para un futuro todos nos sintamos orgullosos de pertenecer a ella.

Con gran ilusión, terminada la Semana Santa de 2007 comenzamos a fraguar, la Junta de Gobierno junto con la Comisión Organizadora que se creó para este evento, todos los actos para dignificar y celebrar esta efemérides poniendo los medios que nuestras posibilidades nos daban y con la fe de que todo estaría guiado por nuestro Señor y que saldría según su voluntad.

Los actos del 50 Aniversario Fundacional comenzaron el día 1 de septiembre con la presentación del Cartel y de las actividades programadas. Ya ese día Dios nos empezó a resarcir por la decepción sufrida en la salida procesional. Nos regaló un cartel maravilloso realizado por el cofrade Francisco Zamudio, cuyas manos fueron guiadas, seguro, por nuestro Señor para que consiguiera plasmar en la pintura el sentimiento y el sentido de nuestra Hermandad. El acto fue acompañado por el quinteto de viento “Camerata Recital” que interpretó diferentes marchas, deleitándonos con la adaptación de la marcha procesional dedicada a nuestra Virgen “Amargura de mi amor”.

El día 22 del mismo mes, se realizó el acto, no más importante pero sí de más repercusión, la Procesión Extraordinaria del Cincuentenario, en el que se implicaron Hermanos, feligreses de la Parroquia, Ayuntamiento, Hermandades de Penitencia y Gloria, en suma todo el pueblo de Isla Cristina.

Todo comenzó con una imagen maravillosa, una estampa anómala: otro regalo del Señor, la Virgen Santísima de la Amargura a los pies de su Hijo, el Cristo de la Buena Muerte, sobre costaleros de blanco y de negro (del Palio y del Cristo), todos juntos como verdadera hermandad, emocionados, se arrodillaron para pasar el pórtico de la ermita.
Yo no he visto nunca antes imagen más bella. A la luz del sol de un verano a punto de concluir, salió el paso, que estrenaba el respiradero frontal bordado por hermanos de la hermandad, para encaminarse al Paseo de las Palmeras para realizar la Solemne Misa Conmemorativa del Cincuenta Aniversario Fundacional.

La Solemne Función transcurrió con una masiva asistencia de personas que compartieron con nosotros (los hermanos de la hermandad) la vivencia de esa peculiar celebración Eucarística, en la que no faltó ni sobró nada.
La intervención de la Coral Polifónica Padre Mirabent hizo más solemne el momento. Nuestro párroco y director espiritual D. José Manuel Barral hizo con su retórica y sus ya conocidos sentimientos cofrades, que los asistentes casi rompieran en aplauso al finalizar la homilía. Sus palabras, para todos nosotros, también fueron como un regalo del cielo. El acto continuó con una magnífica procesión por las calles de nuestro pueblo, en una tarde de septiembre impregnada de un maravilloso ambiente cofrade.

A la llegada del cortejo a la Iglesia de los Dolores en cuya puerta se encontraba el nuevo sacerdote Carlos Javier, la Junta de Gobierno hizo ofrenda de un centro de flores a la Titular de la misma, la Virgen de los Dolores, cuya advocación cumplía 250 años y se rezó, ante Ella, un Ave María junto con el sacerdote y los hermanos de esa hermandad allí presentes.

El final de la procesión transcurrió por las calles de la feligresía con momentos de gran fervor popular y a la llegada a la ermita se hizo una ofrenda de uno de los ramos que exhornaban el paso, sobre la lápida del Padre Mirabent que cumplía aniversario de su muerte. Dicha ofrenda se pudo realizar ese día gracias a que la ermita, con motivo de esta procesión extraordinaria, no hacía las funciones de almacén de pasos que viene haciendo desde muchos años. Desde aquí pedimos a las autoridades competentes hagan algo al respecto para que ese trocito de nuestra historia se vuelva a convertir en el lugar digno que en su tiempo fue, lugar de culto y religiosidad.

En el mes de octubre transcurrieron los dos últimos actos conmemorativos programados para el 50 aniversario.
El 7 de dicho mes, día de Nuestra Señora del Rosario, durante la Solemne Misa en su honor, la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte, representada por su Hermano Mayor D. Antonio José Domínguez Nieves, impuso a nuestra Patrona la Medalla de Oro de la Hermandad, la cual lució en la procesión ese mismo día. Esto es un hecho que nos enorgullece, ya que todas las hermandades y todos los isleños debemos estar bajo el amparo de nuestra Patrona.

El día 13 de octubre concluyeron los actos con el Pregón del Cincuentenario y el homenaje a los hermanos fundadores. Esto se hizo coincidir con la Misa Solemne que todos los años se le dedica a Nuestra Señora de la Amargura.

La Celebración Eucarística comenzó con el rezo del Santo Rosario, en el que intervino el Coro parroquial, preparado para la ocasión, que luego acompañó durante la misa junto con el quinteto de viento “Camerata Recital”, el cual le dio a la celebración la solemnidad merecida.
Concluida la misa, después del canto de la Salve a Nuestra Señora de la Amargura, comenzó el pregón que corrió a cargo del hermano de la hermandad e hijo de hermano fundador, D. Miguel Gómez Martínez, que en un alarde de amor y devoción a nuestros titulares nos hizo, a todos los allí presentes, revivir momentos inolvidables de nuestra hermandad, regalándonos sus sentimientos más íntimos en un pregón cargado de emociones y vivencias.

El acto concluyo con el homenaje merecido al pregonero y a los hermanos fundadores que aún se encuentran con nosotros, D. Manuel Gómez Rojas, D. Nicolás Cárdenas, D. Manuel Contreras Olivera y D. José Perera Escobar, no pudiendo estar presentes los dos primeros por motivos de salud.

Los actos del cincuentenario terminaron el Viernes de Dolores de 2008 con la dedicatoria de las “Levantás de Honor" y nombramiento de Hermano Mayor Honorario a los hermanos D. Manuel Contreras Olivera y D. Pedro Fernández Pérez en un acto muy emotivo.

Desde estas líneas quiero, en nombre de mi hermandad, dar las gracias a todos los que de alguna manera han sido partícipes de estas celebraciones.
En primer lugar a nuestro párroco y director espiritual D. José Manuel Barral Martín, por habernos apoyado, aconsejado y colaborado, a los hermanos de la hermandad sin los cuales no hubiera sido posible ni hubieran tenido sentido todos estos actos, a las personas que pertenecen a nuestro taller de bordados por su entrega e ilusión, a las hermandades de penitencia y gloria que nos acompañaron en todos los momentos, al Excmo. Ayuntamiento por su apoyo y su ayuda, en suma a todo el pueblo de Isla Cristina, y por sobre todas las cosas dar gracias a Nuestro Cristo de la Buena Muerte y a su Madre la Virgen de la Amargura porque todo se ha hecho según su voluntad, rogándoles nos colmen de fe y amor para que todos los años venideros los afrontemos con la misma ilusión y entrega que en el año del 50 Aniversario Fundacional.

María Antonia Contreras Montenegro.
Vocal de Cultos y Camarista de la Hermandad del Santísimo
Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargura.